Me imagino feliz en un convento,
rezando a un Dios omnipotente,
haciendo dulces y recetas
que viene a comprar
la gente buena.
También sería una Navidad diferente:
sin supermercados, sin calles con luces;
sólo con cristianos rezos.
--------------------
Casi me había olvidado de ellos cuando, pasadas un par de semanas, recibí una llamada. Un señor me ofrecía un seguro de salud. Reconocí la voz del candidato que tenía en su currículum la venta de aspiradores por las aldeas, la propiedad de una inmobiliaria quebrada en la crisis de 2008 y una serie de contratos por obra con Gss. tiendacoruna.blogspot.com |
No hay comentarios:
Publicar un comentario